La Sociedad Española de Enfermería Neonatal (SEEN), la Asociación Española de Enfermería Pediátrica (AEEP) y la Federación de Asociaciones de Enfermería Pediátrica de España (FEDEAP) manifestamos nuestra más profunda solidaridad ante las graves consecuencias provocadas por la DANA en la Comunidad Valenciana y otras comunidades de nuestro país.
Estamos viviendo un momento crítico en el que los desastres naturales afectan cada vez más profundamente a nuestro país. La reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que azotó la Comunidad Valenciana, ha dejado una huella devastadora, impactando de manera especialmente grave a los más vulnerables, entre ellos: los neonatos, lactantes, niños y adolescentes. Las inundaciones y lluvias torrenciales no solo han puesto en riesgo la seguridad física de estos pequeños, sino también su salud emocional, su bienestar y sus derechos fundamentales. Es crucial tomar decisiones firmes y rápidas para protegerlos y ofrecer soluciones que atenúen el impacto de esta tragedia en su salud y bienestar.
Los neonatos, lactantes, niños y adolescentes están en una fase de desarrollo donde la seguridad, la estabilidad y un entorno saludable son esenciales. Las familias afectadas han perdido hogares y acceso a agua potable, alimentos y otros recursos vitales. Los niños expuestos a la incertidumbre, inseguridad y desplazamiento como resultado de este desastre pueden sufrir consecuencias que afecten su desarrollo físico y emocional a largo plazo. Además, menores de todas las edades han visto interrumpidas sus actividades docentes, sanitarias y lúdicas habituales, incluso los niños más mayores y adolescentes han cambiado su rutina por la participación activa en la limpieza de los daños producidos por la DANA. A su vez, muchos han perdido sus hogares y ambientes cotidianos, lo cual puede generar un gran impacto que puede ocasionar secuelas en un futuro.
Por otro lado, uno de los problemas más graves que enfrentan los neonatos es la dificultad para acceder a alimentos y servicios de salud adecuados. Las inundaciones han contaminado fuentes de agua y obstaculizado la distribución de suministros básicos, poniendo en peligro la salud de los más pequeños. La exposición al agua contaminada puede provocar infecciones gastrointestinales, respiratorias y otras enfermedades graves. La falta de alimentos frescos también amenaza la nutrición de los niños y sus madres, lo cual es fundamental para su desarrollo. Además, se han suspendido servicios de salud y asesoría en áreas como lactancia, cuidado postparto y crianza, indispensables para el bienestar de estas familias.
Aunque los neonatos y niños pequeños no pueden comprender completamente el desastre que los rodea, son altamente sensibles al estrés y la ansiedad de sus familias, así como a los cambios en su entorno. La interrupción de sus rutinas, el desplazamiento y el miedo que perciben pueden tener un impacto emocional profundo. Es vital brindar apoyo psicológico tanto a los niños como a sus familias para reducir estos efectos y restaurar un sentido de seguridad.
El cierre temporal de centros infantiles, muchos de ellos ahora inoperativos, priva a los niños de un espacio de aprendizaje seguro y de la socialización que necesitan. Estos espacios recreativos y educativos son fundamentales para su desarrollo y para aliviar el estrés postraumático. La rehabilitación de estos lugares debe ser una prioridad para devolver a los niños la estabilidad y normalidad que necesitan.
Este desastre nos recuerda nuestra responsabilidad como sociedades científicas dedicadas a velar por la salud de neonatos, niños y sus familias, los más vulnerables de nuestra sociedad. Los afectados por la DANA requieren acciones rápidas y solidarias.
A través de este manifiesto, solicitamos:
1. En catástrofes de este calibre, la promoción, protección y ayuda al inicio, establecimiento y/o mantenimiento de la lactancia materna exclusiva, se muestra como una estrategia validada e indispensable de protección a la salud materno infantil tanto a nivel físico como emocional.
2. La donación de sucedáneos de leche materna, debe cumplir el Código de Comercialización de los mismos, debe destinarse exclusivamente a aquellos niños cuyas madres hayan elegido este tipo de alimentación de manera informada y comprometerse a mantener la donación durante todo el tiempo que la necesidad se mantenga vigente y preferiblemente en formato líquido, no leche en polvo dada la limitación de agua potable y electricidad.
3. Asistencia Integral y Urgente: Urgimos la distribución prioritaria de recursos y ayuda humanitaria a las familias con neonatos, lactantes y niños pequeños, incluyendo agua potable, alimentos, ropa y acceso a servicios médicos de emergencia.
4. Servicios de Salud Accesibles: Exigimos la creación de unidades móviles de salud en las áreas afectadas para brindar atención neonatal y pediátrica inmediata y de calidad, así como vacunas y seguimiento de posibles enfermedades derivadas del desastre.
5. Apoyo Psicológico y Social: Demandamos programas de apoyo psicológico para niños y sus familias, garantizando el acceso a profesionales en salud mental que puedan ayudar a manejar el estrés y trauma posterior al desastre.
6. Rehabilitación de Espacios Seguros: Solicitamos la reconstrucción urgente de centros infantiles y espacios recreativos dañados, asegurando que sean seguros, accesibles y adecuados para el desarrollo de los neonatos, lactantes y niños.
7. Prevención y Preparación para el Futuro: Instamos a las autoridades a implementar medidas de prevención ante desastres naturales, incluyendo sistemas de alerta temprana, infraestructuras resistentes a inundaciones y planes de evacuación adaptados para proteger a los más vulnerables, en especial a neonatos, lactantes y niños.
Como sociedades científicas comprometidas con la salud de los más pequeños y que representamos a la enfermería neonatal y pediátrica de nuestro país, especialmente en tiempos de crisis, tenemos el deber moral de protegerlos. Las autoridades, instituciones y ciudadanos debemos unirnos para proporcionarles seguridad, bienestar y amor, que son esenciales para que superen este momento y crezcan en un entorno digno. No solo es importante la reconstrucción física de las áreas afectadas, sino también la recuperación emocional y social de quienes son el futuro de nuestra sociedad.
Por ello, comprometidos con la solidaridad de los neonatos, lactantes, niños, adolescentes y sus familias afectadas, difundimos la cuenta bancaria solidaria que ha abierto el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA). Esta cuenta recibirá aportaciones de todas las personas y entidades que de forma altruista quieran socorrer a los que han perdido todo.
La cuenta corriente es: ES39 0081 0662 1500 0120 9531
La ONG creada por el Consejo General de Enfermería “Solidaridad Enfermera” también aporta la siguiente web y el contacto para poder ayudar como enfermeras/os.
Más Info: https://www.solidaridadenfermera.org/colaboracion-solidaria-en-apoyo-a-los-afectados-por-la-dana/
Contacta : info@solidaridadenfermera.org
Por nuestros neonatos, lactantes, niños y adolescentes; por un futuro donde puedan vivir y desarrollarse con salud y seguridad, hoy nos unimos, elevamos nuestras voces y exigimos un compromiso firme y acciones inmediatas.